El P.R.G.F. está compuesto por unas proteínas que forman parte de la propia sangre del paciente. Estas proteínas se obtienen tras una pequeña extracción que se realiza en el brazo (tal y como cuando se realiza una analítica) y mediante riguroso manejo y bajo condiciones de completa esterilidad se seleccionan y concentran los factores de crecimiento involucrados en la regeneración de los tejidos.
Este plasma tiene múltiples aplicaciones médicas, como cicatrización de úlceras de origen vascular, consolidación de fracturas óseas e injertos, fijación de prótesis (cadera, rodilla, etc), implantes dentales, lesiones del aparato locomotor (musculares, tendinosas, ligamentosas, articulares), tratamiento de quemaduras, heridas y lesiones de la piel y regeneración de lesiones corneales.